La llamada
Espero impaciente el momento en el que reciba la llamada de mi amada. Estoy alegre, un poco confuso. ¿Es viernes, verdad? Ya queda poco para que llame. Dicen que la felicidad está en la espera, qué verdad, lo cierto es que imagino de qué hablaremos, cómo me contará su vida, lo que ha pasado durante la semana.
Ella trabaja de recepcionista en un hotel de cuatro estrellas. No es el mejor trabajo del mundo pero colecciona una vasta cantidad de anécdotas. Es divertido, vaya. Y como no hay secreto profesional, puede compartirlo con su pareja y amigos.
El batpoema
Si mis negras alas ves batir,
pon tus barbas a remojar,
pues el murciélago temer
debes sólo si tu corazón negro
brilla en la luz.